Si están leyendo esta noticia es posible que sepan qué es un premio Nobel, caso contrario no quiero aburrirlos con contenido que pueden encontrar en Wiki. De lo que hoy quiero contarles es algo de un artículo de WSJ al que llegué vía Yahoo, donde me encontré con esta curiosidad de en qué es lo más difícil de dar un premio Nobel.

Ei-ichi Negishi de Purdue University dijo haberse emocionado mucho, pero no estar enteramente sorprendido cuando recibió la llamada que le anunciaba que había ganado el Premio Nobel de Química en el 2010. Para muchos de sus colegas la historia es muy distinta. Créditos: Rick Wilking/Reuters

La pregunta salta el hecho de tener que seleccionar a los ganadores, que de por sí son elegidos por un jurado donde se premian los logros más importantes a nivel de ciencias y artes. Así pues, el trabajo más difícil consiste en convencer a los ganadores del Nobel que lo son en realidad, es decir, hacerles saber que no se trata de una broma.

Aunque pueda parecer algo bastante simple, no lo es tanto en realidad, más aún sabiéndose que estos premios – a diferencia de los Princesa de Asturias – tienen un protocolo mucho más secreto donde se eligen a los ganadores, y no se sabe a ciencia cierta quién será el nombrado sino hasta el mismo día en que se da la elección.

Las llamadas a los galardonados de ciencias, cuya responsabilidad recae sobre la Real Academia Sueca de las Ciencias, comienzan con una tranquila voz diciendo “Hola” para inmediatamente pasar a comunicar que el motivo de la llamada es comunicarles que han sido elegidos como ganadores. Obviamente no todos se lo creen a la primera.

No se sabe que hayan muchos casos de bromas pesadas que se les haya hecho a científicos, pero no es descabellado pensar en que tratándose de científicos es normal que se muestren escépticos, lo cual ha llevado a esta Academia a tener incluso protocolos no oficiales de cómo convencer al ganador de que es uno. Cuando un galardonado pide pruebas más concretas, por lo general el representante de la organización que hace la llamada se apoya en un miembro del jurado, quien a menudo conoce al ganador, lo cual termina por finalmente convencerlo.

Por citar algunos casos de científicos escépticos tenemos al bioquímico William C. Campbell que ganó el Nobel en medicina compartido el pasado lunes, y que respondió el anuncio en la llamada con un “debe usted estar en broma”, o el biólogo de la Universidad de Cambridge Venkatraman Ramakrishnan quien en el 2009 ganó el Nobel de Química, y que ni siquiera recordaba la fecha de elección del ganador del Nobel, y aún sabiéndola -afirmó- no se hubiera imaginado como nominado o, aún menos, como ganador.

Enhorabuena a los ganadores. ¿Ya leyeron sobre el neutrino? ¡¡Tiene masa!!