Ahora le tocó el turno a Twitter que a estas horas ya debe estar causando eco en cientos de blogs que abrirán un panel de discusión en torno a sus nuevas políticas de privacidad, cuidadosamente ajustadas para “proveerle al usuario una experiencia más completa acorde a sus intereses”. Puesto en términos prácticos: “Veremos qué haces en la web y usaremos tus datos para mostrarte publicidad, recomendarte a quiénes seguir, etc.”

Evil Twitter: Proteger nuestra privacidad

Estamos conscientes de que cada vez que usamos nuestro navegador y nos conectamos a internet estamos expuestos a que la mayoría de redes a las que nos conectamos usen nuestros datos. Lo hace Google, lo hace Facebook… y ahora Twitter. Lo relevante de este asunto no está en que se usen nuestros datos de Twitter para ver nuestros intereses en base a nuestra actividad, sino que por actividad se refieren a monitorear no solo nuestra actividad en Twitter, sino también en la web. Esto lo hace a través de las cookies que deja en nuestra computadora.

Cookie: Es un archivo que se almacena en nuestra computadora e identifica a un usuario para monitorear su actividad y mantener su sesión dentro de un servicio.

Twitter ha incorporado dentro de sus mecanismos de tracking el obtener información no solo de la gente que seguimos o marcas o tweets que nos interesan, sino que también podrán monitorear toda nuestra actividad en la web, a través de cualquier página que tenga un botón de Twitter instalado, un seguir, cualquier script del servicio de microblogging. Este es un primer paso tal vez para comenzar a crear un modelo de negocio y aprovechar el buzz generado y su masa crítica.

Dicho eso, y ya habiéndolos aburrido, para ver quienes en realidad se merecían la guía, veremos la forma de detener este tema, o al menos levantar una capa adicional de protección a nuestra privacidad en la web. Lifehacker nos comparte 5 herramientas para proteger nuestra privacidad de Twitter.

Twitter Disconnect

Es uno de mis favoritos, realiza exactamente lo que queremos que haga: Evita que Twitter nos vigile. El mecanismo que se encarga de bloquear, a fin de proteger nuestra privacidad, es el de cookies. Así evitaremos que cada vez que visitemos la web, o la misma página de Twitter, y haya algún script, no se almacenen cookies en nuestro ordenador. Sin embargo, seguiremos con la sesión iniciada y podremos interactuar con los botones follow y tweet.

Disconnect

Del mismo desarrollador de Twitter Disconnect pero un poco más paranoico, esta extensión compatible con Firefox y con Google Chrome no solamente bloquea las cookies dejadas por Twitter, sino que hace lo mismo que con las cookies de Facebook y Google Plus. En lugar de solo bloquear los cookies dejados por script de sitios que tienen el botón follow de Twitter, hacen lo mismo con los “Me gusta” de Facebok y los +1 de Google Plus.

Ghostery

También compatible con Firefox y con Google Chrome, esta extensión trabaja similar a Twitter Disconnect, pero en lugar de bloquear las cookies directamente de estos sitios, lo que hace es funcionar como un gestor de cookies que te brinda un control total de los sitios que están dejando estos archivos de seguimiento en tu ordenador, dando la posibilidad de bloquearlos o permitirlos. Es para usuarios un poco más experimentados.

Priv3

Esta extensión para Firefox es una de las más ligeras, genial para usuarios poco experimentados. Su funcionamiento es igual de simple como el de Twitter Disconnect, pero por detrás tiene un comportamiento distinto. En lugar de bloquear las cookies y evitar que sean dejadas en tu navegador cuando visitas un sitio, se encarga de bloquear el envío de esta información sensible a las redes sociales. Igual podrás ver tweet counts, likes, etc.

Do Not Track Plus

Funciona de manera muy similar a como lo hace Ghostery, aunque no solamente se encuentra disponible para Firefox y Google Chrome, sino que extiende su alcance a Safari y hasta el “célebre” Internet Explorer. Su objetivo es alertarte sobre los sitios que están intentando guardar una cookie en tu máquina, a fin de que decidas si bloquearlos o permitirlos. Por último si somos tan paranoicos bloqueamos todas las cookies desde el navegador.

Twitter, Twitter… que comience la polémica ¿o el retorno del “Dickbar”?

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